La inclusión laboral es un aspecto importantísimo en esta evolución de pensamiento, donde todas las personas merecemos tener las mismas oportunidades. Para alcanzar una inclusión laboral exitosa, es necesario crear entornos sensibles e inclusivos, eliminando prejuicios y sesgos inconscientes y diseñando procesos que respondan a las necesidades de las personas y que al mismo tiempo contribuyan a la mejora de la competitividad corporativa.
¡La edad no debe ser una excusa para contratar a una persona, lo importante es su talento!
¡El sexo de una persona no interesa, lo importante es su talento!
¡La situación familiar de una persona no significa nada! Sea una madre o padre sola/o con los hijos, una persona que viva con sus padres, o como sea, no importa, lo importante es su talento!
¡Una discapacidad no es motivo de exclusión, lo importante es su talento!
Ahora la pregunta que debemos hacernos a nosotros mismos es…
¿Qué podemos hacer para eliminar nuestros prejuicios al incorporar talento a nuestra organización?
En primer lugar, debemos detenernos a pensar. Es necesario conocer nuestros estereotipos, e identificar nuestros prejuicios.
Una vez identificados, hay que descubrir la forma en la que podemos reducir, con cada uno de ellos, el impacto en cuánto a las decisiones relacionadas con el talento de nuestra organización.