Trabajar desde casa nos ha dado muchas libertades: nos ahorramos los traslados, organizamos nuestro tiempo con más flexibilidad y podemos personalizar nuestro espacio como queremos. Pero como siempre decimos, no todo es perfecto ¡y no es para cualquiera!
Uno de los desafíos más grandes que enfrentamos es la fatiga digital. Pasar tantas horas frente a la pantalla nos agota física y mentalmente, afectando nuestra concentración, nuestro rendimiento y hasta nuestro ánimo.
Entonces, ¿Cómo podemos seguir disfrutando de los beneficios del trabajo remoto sin caer en el agotamiento digital?
Aquí te compartimos algunas claves que nos han ayudado a mantener el equilibrio.
- La regla 20-20-20, tu mejor aliada
No estamos diseñados para mirar una pantalla todo el día. Una técnica sencilla para evitar la fatiga visual es la regla 20-20-20: cada 20 minutos, aparta la vista de la pantalla durante al menos 2 minutos: Mira por la ventana, sal al patio, ve al baño y vuelve. Esto ayuda a relajar la vista y reducir la tensión ocular.
- Haz pausas activas (y muévete de verdad)
Si trabajamos en una oficina, es normal levantarnos para hablar con alguien, ir por un café o caminar hasta una sala de reuniones. Pero en casa, el tiempo pasa y apenas nos movemos.
Para evitar el agotamiento físico, pon recordatorios para hacer pausas activas: estira el cuello y los hombros, camina un poco, haz respiraciones profundas. Pequeñas acciones que marcan la diferencia.
O LO MEJOR: Prepárate una rutina de 5, 10 o 15 minutos para entrenar en casa. Te ayudará, te despejará la mente y te dará energía.
- Organiza tus tiempos de pantalla
No todo el trabajo se hace en la computadora. Siempre que puedas, varía tus tareas: si tienes que revisar documentos extensos, imprímelos o léelos en otro dispositivo que no emita luz azul.
Si necesitas tomar notas, usa papel y lápiz o a añade a tu oficina una pizarra. Cuanto más diversifiques tu forma de trabajar, menos impacto tendrá la pantalla en tu energía.
- Ajusta la iluminación y configura tu pantalla
Trabajar con mala iluminación cansa el doble. Asegúrate de que la luz no genere reflejos en tu pantalla y ajusta el brillo según la luz del entorno. También es importante activar el modo nocturno o filtro de luz azul para reducir el impacto en la vista y mejorar el descanso.
- Desconectar también es parte del trabajo
El trabajo remoto muchas veces borra los límites entre lo laboral y lo personal.
Pon horarios claros y respétalos. Cuando termine tu jornada, cierra la laptop, deja el celular del trabajo a un lado y dedícate a actividades que no impliquen una pantalla: leer un libro, salir a caminar, cocinar, conversar con alguien. Tu mente necesita este descanso para rendir mejor al día siguiente.
La fatiga digital no es un mito, pero podemos controlarla si tomamos medidas a tiempo.
Cuidar nuestra salud digital es tan importante como cumplir con nuestras tareas. Pequeños hábitos diarios pueden marcar una gran diferencia en nuestro bienestar y productividad.
Como dijo Carl Honoré: “La velocidad es útil, pero es la pausa la que realmente da sentido al camino”.
¿Y tú, qué haces para evitar la fatiga digital?
