Trabajar desde casa, no es algo que a cualquiera le resulte fácil. Levantarse cada día, preparar lo que se necesite para comenzar y sumergirse en las tareas requiere de voluntad, ganas y compromiso. Algo fundamental para dar el 100 % y arrancar el día con una sonrisa va a depender del ambiente de trabajo y la comunicación que existe con nuestros jefes y compañeros.
Estamos casi la mitad del día trabajando y compartiendo con ellos, entonces… ¿Cómo no buscar que este espacio sea un lugar donde estemos cómodos?
Un buen clima laboral influye directamente con nuestro desarrollo y va de la mano con la buena predisposición de parte de la empresa a escucharnos y generar espacios que sirvan de ayuda ante distintos problemas que puedan presentarse en el día a día.
Estar pendiente de si nos pasa algo, saber cómo nos sentimos con nuestro trabajo diario o alguna situación en particular, conocer fechas importantes para cada uno como el cumpleaños y abrir espacios de charla y opinión, son actos que suman a querer comprometernos aún más con el trabajo. La tranquilidad de “ser escuchados” y saber que del otro lado hay personas con las que puedo hablar sobre lo que siento y hasta tener la confianza de pedir ayuda, son detalles que suman muchísimo.